La idea de este trabajo surge a raíz de una celebración del día 8 de Marzo “Día Internacional de la mujer”. El “Colectivo Luna” al que pertenecemos, celebró un acto festivo, reivindicativo y de denuncia “En torno a la mujer”. En ese acto dimos a las mujeres que participaron junto con nosotras una tarjeta, con un mensaje de Emma Ebella, adaptación del poema de Bertold Brecht:
“HAY MUJERES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENAS
HAY MUJERES QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES,
HAY MUJERES QUE LUCHAN MUCHOS AÑOS
Y SON MUCHO MEJORES
PERO ESTAN LAS QUE LUCHAN TODA LA VIDA,
ESTAS SON IMPRESCINDIBLES ”
Basándonos en este texto quisimos encontrar a esas mujeres de Villena que han luchado toda su vida y que todavía tenemos entre nosotras para recoger su testimonio .
Pensábamos que teníamos que r econocer y valorar el esfuerzo y la dedicación de las mujeres de generaciones anteriores , que hicieron y hacen posible el avance de la sociedad. Queremos asimismo ampliar ese reconocimiento a todas las mujeres que ya no están con nosotras y que se quedaron en el camino tras años de lucha.
Hemos querido recuperar su propia memoria para aportarla al patrimonio de la memoria colectiva. Con su propia voz, con la emoción de lo vivido, los acontecimientos que marcaron sus propias vidas. Su proceso laboral entresacado de su propia vida social y cultural, su alfabetización , los vaivenes políticos de la época , la guerra o la postguerra que les tocó vivir, sus diversiones , cómo se organizaban , se solidarizaban , organizaban sus bienes,... mientras estaban con sus parejas o en la soledad, con sus maridos en prisión, combatiendo o fallecidos víctimas de la barbarie de la guerra. Todo ello sin dejar de realizar, las tareas que les eran propias como el cuidado de los hijos e hijas, mayores, enfermos, casa, búsqueda del alimento, ....
Estas mujeres son mayores, pero no se resignan a morir en el olvido. Son personas que han padecido la maquinaria del olvido puesta en funcionamiento tras el fin de la guerra. Son testigos de una época cuyo recuerdo les lleva a expresar sus emociones, bajan el tono de voz, algunas no quieren estar visibles,... pero tienen la certeza de que si ellas no lo cuentan, nadie podrá conocer nunca lo que experimentaron ellas o las que ya no están con nosotras.
Después de la Guerra llegó la “paz”, pero esa paz que huele a muerto y a prisión, que envolvía las cárceles, que se encerraba en el silencio y la vergüenza pudriendo el alma y no las abandonó. No quedaban miradas transparentes, todo estaba envuelto en un halo de mutismo, para llegar pronto a la “normalidad”.
Nosotras hemos querido recoger el testigo de algunas mujeres, para poderlo transmitir a las generaciones que nos siguen y así, en la medida que conozcamos nuestro pasado estaremos en condiciones de modificar el curso de los acontecimientos y trazar el futuro que queremos para todas las personas . Hay fragmentos del pasado que ellas protagonizaron que no se pueden borrar, que son parte de la Historia. Un pasado que no debe suponer nuestra única referencia, hemos de superarlo y seguir avanzando. Basta con no olvidar para que no se repita.
Las Historias de estas Mujeres son como el Sol al atardecer, todavía queda un poco de luz para sacar lo que llevan dentro , pero si no hubiéramos hecho el esfuerzo, pronto llegará la noche y con ella las tinieblas, la negritud y el olvido de lo que en realidad pasó. Quedan recuerdos en su memoria amortiguados por el tiempo que ha pasado, pero entre diferentes testimonios podemos hacer que llegue la luz y se haga el día. Algunas no recuerdan lo que han comido ese día pero hay recuerdos que perduran en su memoria con una gran intensidad. Si no se recupera esa memoria su muerte será la separación definitiva, se borraran las sombras que estas mujeres han dejado en las historia y su viejo sufrimiento habrá sido aún más inútil. La sociedad no puede pasar la página, es necesario conocer nuestra historia.
No hemos querido narrar grandes acontecimientos históricos, que ya hay historiadores para hacerlo y de hecho lo han hecho a su manera. Nuestra tarea ha sido recoger lo íntimo, lo cotidiano, el quehacer de cada día con sus gestos y sus silencios que han marcado las vidas de esas mujeres para que las generaciones que se levantan tengan la referencia, no solo de las vivencias cercanas de sus madres, sino también de sus abuelas, llenas éstas de lucidez y sabiduría popular, haciendo con ello una mueva lectura del ayer y creando así un nuevo código para leer el presente. Hemos querido conocer de ellas el hito que marcó en sus vidas la Guerra Civil, y cómo ésta determinó cambios en los modos de vida anteriores y posteriores a su desenlace.
Queremos agradecer a historiadores de Villena de la talla de Antonio Martínez Puche, Cesar López Hurtado, Fernando Costa Vidal, Juan Bautista Vilar, Mateo Marco y otros que en sus trabajos de investigación sobre Villena hacen referencias en algunos momentos a la propia historia de las mujeres. No obstante sabemos que a la hora de analizar el contenido y las condiciones sociales, laborales o económicas, de un trabajo específico, sobre las mujeres en épocas anteriores, nos encontramos con el obstáculo fundamental de que la historia que hoy conocemos ha sido elaborada por hombres y la mayor parte de los testimonios y documentos que han llegado a nuestras manos, se refieren a ellos mismos y muy poco a las mujeres. Este hecho nos hace analizar la información que nos llega y ponerle un interrogante.
A la mujer se le ha ocultado en los libros de historia, en textos, en los documentales, en el lenguaje, ...dejándole solo la parcela de la sensiblería, el cuidado del hogar, las relaciones banales, sus labores, etc. y muy cercana tenemos una publicación local dónde se valoran los personajes importantes de Villena.¡Que casualidad!, no se hace referencia a ninguna mujer que destacase en Villena. Sólo aparece la ilustración de una mujer con una deficiencia psíquica. Sí, hemos de ser críticas con las publicaciones que salen actualmente y fomentar que el equilibrio de sexos que visualizamos hoy en la sociedad, (en las Universidades, en muchos trabajos, en los movimientos asociativos, vecinales, ecologistas, AMPAS de Colegios,...) se haga visible también en las publicaciones, que serán la base escrita en la que se forjará nuestra propia historia. Podríamos invitaros a coger un periódico actual, un libro de texto, un folleto informativo, una hoja de publicidad, y analizar los hombres y las mujeres que aparecen en los textos o en las ilustraciones. Hoy seguimos siendo invisibles, la información que se da es sesgada desde el punto de vista masculino porque siguen siendo ellos quienes dominan la mayoría de los puestos de poder.
Nosotras nos hemos propuesto v isualizar a las mujeres de Villena, que la historia ha ignorado, en el periodo comprendido entre 1.900 y 1960, y que tuvieron relevancia en su época: mujeres que escribían poesía, narrativa o artículos sociales en periódicos de la época, mujeres empresarias o productoras de vino , mujeres aristócratas, mujeres mecenas que donaron gran parte de su patrimonio a Villena, mujeres docentes, mujeres políticas, mujeres que destacaron en las artes, y mujeres trabajadoras muy populares que todo el pueblo conocía. Todo ello sin olvidarnos de las mujeres anónimas, que fueron las más abundantes y quiénes con su trabajo también contribuyeron al levantamiento de la sociedad.
El día 8 de Marzo, es la jornada que internacionalmente reivindica, entre otras cuestiones, nuestro carácter de trabajadoras, asalariadas o no y nos sirve para denunciar, la existencia de un mercado de trabajo estrictamente dividido en razón del sexo, con unos mecanismos que convierten gran parte de nuestro esfuerzo en “inexistente”, y a la mayoría de nosotras como “inactivas” .
Esta división del trabajo entre hombres y mujeres no ha sido siempre ni en todas las culturas igual, lo que hace diagnosticar que no es algo “natural ”. En esta sociedad nuestra, muchos de los trabajos asignados a las mujeres han sido realizados siempre bajo relaciones de dominación, por lo que han sido tareas desvalorizadas y desprestigiadas socialmente.
No se sabe en que momento surgió esta desvalorización, pero se sabe que tiene un origen social . Si las mujeres hubieran podido decidir por ellas mismas lo que quisieran hacer o dejar de hacer, no hubieran aceptado un reparto de tareas que las colocaba en una posición subalterna, en una dominación patriarcal. Por las ilustraciones, grabados, esculturas, pinturas, manuscritos y demás demostraciones artísticas del pasado, sabemos que la mujer ha realizado desde siempre, trabajos muy variados desde los que requieren gran fuerza y resistencia, hasta los que requieren gran dosis de habilidad y destreza manual. Se han encontrado mujeres trabajando en las minas, construyendo carreteras o diques, guerreando, en el campo... Y también las hemos encontrado hilando, tejiendo, tocando instrumentos musicales, ... No obstante parece haber existido algunas tareas que han marcado históricamente al sexo femenino en muchas culturas, épocas y lugares: mujeres con el niñ@ a cuestas, con el cántaro en la cabeza, lavando, picando el cereal, hilando, cocinando, bailando a los poderosos, ... Aunque también es verdad que en algunas culturas estas tareas las realizan los hombres, lo que nos lleva a pensar de nuevo, que no son “funciones femeninas naturales ”. Natural es sólo la maternidad. Si nos damos cuenta estas tareas están relacionadas con los servicios personales: cuidado material y físico de las personas que no pueden valerse por ellas mismas (infancia, ancianidad, disminuidos,..), y cuidado y satisfacción de las necesidades corporales, materiales y sexuales de los hombres en general..
Estas tareas, al llevar consigo la satisfacción directa de necesidades personales de otros seres conlleva al mismo tiempo una pérdida de conciencia de la propia individualidad y de los propios intereses de quienes la realizan (sobretodo si son realizadas gratuitamente, como suele ser el caso de las mujeres). También es importante considerar que estas tareas se hacen en un espacio físico restringido , lo que supone una relación de proximidad en el ámbito de la casa y del hogar que lleva al aislamiento de las personas que las realizan, lo que hace que pierdan su individualidad y movilidad.
Estas tareas siempre han sido despreciadas y desvaloradas , pero si se cuantificase económicamente el valor del trabajo dentro de una casa , a lo largo de la vida (aspecto este que normalmente ha sido realizado por la mujer) serían muchas las personas que se sorprenderían de la magnitud económica que supone y se comenzaría a valorar .
La mujer ha aprovechado siempre hasta la última hora del día. Después de realizar las tareas dentro y fuera de la casa, ha confeccionado ropa, tejido prendas, arreglado muebles, pintado paredes o fachadas, etc, trabajos nunca remunerados pero totalmente útiles y necesarios para la familia y la sociedad.
Estas ideas lamentablemente siguen vigentes en muestra sociedad. Si volvemos la vista un poco atrás y nos fijamos en la generación de nuestras madres podemos recoger los testimonios de las mujeres cuyo trabajo era ignorado más que ahora, siendo su vida mucho más dura.
En las etapas iniciales del desarrollo de la Historia de las Mujeres (años 70), se partía de planteamientos históricos rígidos que polarizaban la experiencia histórica colectiva. Se empleaban categorías binarias opuestas tales como público / privado, víctima / heroína, poder / sumisión, confrontación / sometimiento, .. hoy se piensa que estas categorías opuestas que consideraban a las mujeres o bien victimas o bien heroínas deben ser superadas, hay que buscar fórmulas de interpretación alternativa de la historia . Debemos preocuparnos por situar la experiencia histórica de las mujeres en la confluencia e interacción de los espacios públicos de la política y el trabajo , con la vida privada y el mundo doméstico . Las fronteras entre ambas dan a menudo la clave para clarificar las relaciones de poder entre los sexos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la transmisión de los valores que normalmente hemos captado de nuestras madres, o de las mujeres que hemos tenido cercanas. Valores que en épocas difíciles o de crisis se fomentan y potencian más. Entre ellos podríamos destacar:
-El Ecopacifismo : la paz y el respeto a la naturaleza como valores indispensables para proteger la vida de la Tierra. Trabajar la paz interior, con los demás y con la naturaleza.
-El respeto a todas las tendencias sexuales, homosexualidad, lesbianismo, ...
-El cuidado de los demás, la protección de la vida, la tolerancia, el respeto mutuo, la organización , la ternura , la sensibilidad, el espíritu de conservación , el esfuerzo , el trabajo , la fuerza para soportar la adversidad , el empuje , la lucha diaria,.. Valores estos que debemos saber transmitir a nuestros hijos e hijas reconociendo en ellos, los valores de toda la humanidad indispensables para su permanencia .
Recuperar la Memoria Histórica como base de la ciudadanía democrática es un deber de justicia histórica, afirma la calidad de la Democracia y es una inversión de futuro porque no se debe olvidar que la identidad se construye en buena medida con el material de la memoria.
El sujeto de nuestro trabajo son las mujeres, pero somos conscientes de que la recuperación de la Memoria Histórica de los hombres en Villena está por hacer, y no hemos querido obviar testimonios de hombres que nos han salido al paso y han querido contar también su propia experiencia.
“LA BUENA LETRA” Rafael Chirbes. Ed. Anagrama 2002